Si conoces a Julia Buisán sabes que el verbo aburrirse está prohibido. Es una apasionada de su trabajo y de la gente. La atención al público y el trato con el cliente son su campo, que domina como una gran dama de pista.
¿Desde cuándo eres ejecutiva de cuentas?
Comencé muy pronto a trabajar. Tengo 29 años y me dedico desde hace siete años profesionalmente a ello. Primero comencé en Benidorm en el hotel Sol Pelicanos Ocas y posteriormente en Hoteles Palafox en un puesto de de organizadora de bodas y eventos. Vi que ese campo me gustaba y me especialicé con un máster de la Universidad de Granada. Creo que el Grado de Turismo te orienta y te da la posibilidad de conocer a qué quieres dedicarte, es como el conocimiento general, pero después tienes que seguir formándote en aquello que te interesa. A mí me encantan los eventos y la comunicación así que hice un máster.
En ese máster teníamos que hacer unas prácticas y como yo en 2013, gracias a ETUZ, ya había trabajado para Meliá Hotels Internacional me seleccionaron allí para hacer las prácticas y hasta hoy.
Trabajas en la Costa del Sol , ¿Te gusta el concepto de sol y playa?
Me encanta la posibilidad de hacer cosas, moverme y crecer. ¡Y también el buen tiempo!. Estos hoteles tan grandes te ofrecen la oportunidad de hacer grandes eventos. En Meliá Costa del Sol tenemos 400 habitaciones que en verano están llenas y ofrecen pocas posibilidades a los eventos, pero en invierno el nivel de ocupación desciende y ahí es donde entra mi departamento. En montaña también he trabajado, de hecho uno de mis primeros trabajos fue en Sierra Nevada, a pie de pistas organizando eventos congresuales. Y ahora voy a explorar otro terreno porque comienzo en Ibiza, como jefa de ventas, en el hotel ME Ibiza, uno de los hoteles integrantes de The Leading Hotels of the World. La verdad es que adoro los retos.
Vemos que estás encantada con tu empresa.
Si. En Meliá se cuida muchísimo al trabajador e intentan que haga carrera con la empresa. Hay posibilidades de ascenso, de movimiento… pero no para determinados departamentos ¡para todos sus trabajadores! Por ejemplo, ahora con la nueva apertura en Ibiza cualquier camarera de piso que quiera mudarse aquí y que ya trabaje en Meliá puede hacerlo. A mí me encanta la gente y estar en una empresa que cuida de los suyos me da mucha paz mental.
Para mí, que soy joven y quiero hacer cosas, estar en una cadena como esta me abre un abanico de posibilidades infinitas.
¿Cómo llegaste aquí?
Trabajando. Si algo caracteriza mi carrera es la orientación y el trabajo. Yo comencé en el Grado de Turismo de ETUZ, haciendo prácticas: informadora turística, recepcionista, azafata… mil cosas. Y lo que descubrí a través de esas prácticas es que me encanta el trato con el cliente. Me encanta la recepción, que es uno de los puestos más denostados dentro del turismo. Cuando alguien quiere hacerte de menos te dice: estudiar para acabar de recepcionista. ¿Pero tú has trabajado alguna vez en recepción? ¿Sabes la complejidad que tiene y lo satisfactorio que es atender al viajero? Creo que tenemos que hacer por reivindicar algunos oficios turísticos que no son nada fáciles.
Así que una vez que supe qué es lo que quería hacer me enfoqué y me lancé de lleno. En 2013 estuve en Benidorm como recepcionista en Meliá, luego en Hoteles Samba en Lloret de Mar también en recepción y de ahí salte a Hoteles Palafox como organizadora de eventos. Mi consejo a los estudiantes de turismo es que aprovechen al máximo las posibilidades que ofrece ETUZ con sus prácticas. Puedes llegar a lugares que tú solo no llegarías y desde ahí hacer carrera.
En tu trabajo el uso de los idiomas será fundamental
Si. Y es algo muy bueno que también ofrece la Escuela de Turismo. Yo estudié inglés y francés durante los 4 años, y que son los idiomas básicos para poder moverte a nivel laboral. En mi día a día me comunico más en inglés que en castellano. E incluso comencé a estudiar chino, que ahora con el cambio he dejado aparcado. Hay que abrirse a nuevos idiomas porque el mundo es muy grande, nuestro país es el segundo receptor de visitantes del mundo y porque además es fantástico poder comunicarte con los demás.
Mira, tengo una anécdota de algo que nos ocurrió en el hotel. Llegó un grupo de rusos a alojarse allí, y a una señora le dimos por error una tarjeta de todo incluido. Habitualmente los rusos vienen acompañados de un guía porque no suelen hablar idiomas, pero este grupo no lo traía. Tuvimos que cambiarle la tarjeta a la señora e intentamos comunicarnos de todas las formas posibles: inglés, francés, alemán, castellano… incluso por signos. Era completamente imposible. Al final le dimos la nueva tarjeta, le quitamos la suya y para que viera que no iba a funcionar la cortamos. La señora comenzó a llorar desconsoladamente, y tuvimos que esperar a uno de nuestros compañeros de recepción, otra vez la bendita recepción, para que le explicase que pasaba. La señora pensaba que la estábamos echando del hotel.
¿Qué te deparará el futuro?
Pues no lo sé pero seguiré trabajando para el cliente y quién sabe tal vez fuera de España que es un reto al que aún no me he enfrentado.