Elena Martín-Cancela es una apasionada de los idiomas, viajar y el arte. Una combinación que enseña día a día a sus alumnos de la Escuela de Turismo de A Coruña y en CESGUGA- Universidad San Jorge. Una mente inquieta que anima a probar y experimentar para conseguir tus metas. Inició sus estudios en ETUZ en el año 2000 y desde entonces no ha parado un solo momento e intuimos que no lo hará tampoco con facilidad.
¿De dónde eres?
Nacida y residente en Betanzos (A Coruña), pero criada en Zaragoza.
¿Por qué estudiaste Turismo?
El campo de las ciencias naturales siempre me ha atraído, por lo que mi primer contacto con el mundo universitario fue un primer ciclo de Ciencias del Mar en la Universidad de Vigo. Pasados esos tres años di el salto a la Diplomatura en Turismo por la ETUZ, y es que los idiomas han sido una constante en mi educación desde que comencé en el Colegio Alemán de Zaragoza y siempre me han apasionado, y además, desde muy pequeña, he estado en continuo contacto con el arte y el patrimonio debido a la carrera profesional de mis padres, por lo que juntar ambos intereses parecía un paso lógico tras mi paso por una carrera de ciencias.
¿Qué objetivo tenías cuando comenzaste el grado? ¿La carrera era como habías pensado? ¿Hiciste prácticas? ¿Te sirvieron?
Mis principales objetivos eran los de adquirir una formación en historia, arte, patrimonio e idiomas que me capacitara para desarrollar una carrera profesional en la que compaginar todas mis pasiones. Poco después de comenzar la carrera, que era una diplomatura cuando yo la cursé, me percaté de que ésta no era exactamente como había imaginado, pues la carga lectiva de asignaturas más relacionadas con el mundo empresarial y jurídico era mayor de lo que pensaba. A pesar de ello me centré en los aspectos que me habían atraído de la carrera antes de comenzarla y para ello realicé prácticas en Oficinas de Turismo (A Coruña y Zaragoza), en salas de exposiciones para la DPZ, también durante un curso estuve como guía acompañante de escolares en CEPYME-CPOP y naturalmente también en el departamento de recepción en el hotel Ramiro I y en la ya desaparecida agencia Central de Viajes.
Todas esas experiencias me sirvieron para reafirmarme en mi pasión por los idiomas, el arte y el patrimonio, más que en la parte más mercantil y empresarial del sector turístico. También fueron un punto importante para mejorar mis habilidades de trato con clientes directos de todos los perfiles y edades, y por supuesto para aprender a trabajar en equipo en el ámbito profesional, cosa que no se adquiere estudiando ninguna carrera.
¿A qué te dedicas actualmente? Cuéntanos un poco en qué consiste tu trabajo.
En la actualidad compagino todas esas pasiones de las que he hablado; por un lado soy profesora de alemán en la Escuela Universitaria de Turismo de A Coruña (CENP) y también docente en el grado de Traducción y Comunicación Intercultural en A Coruña (CESGUGA-Universidad San Jorge).
Además soy guía turístico oficial de la Xunta de Galicia (alemán-español-gallego-inglés) y traductora-intérprete de alemán e inglés, nombrada Interprete Jurado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.
¿Cuando descubriste tu vocación por la enseñanza?¿Qué ves de positivo en haber hecho el grado?
En la actualidad aún no me atrevería a decir que mi verdadera vocación sea la enseñanza, como podría deducirse. Sigo considerando que todo lo que esté relacionado con idiomas, patrimonio, culturas y humanidades en general, enfocado a un trato directo con el público es mi vocación.
Precisamente el haber pasado por la diplomatura en Turismo despertó en mí el interés por continuar formándome en todos aquellos campos que me apasionaban, y por ello continué mis estudios en Traducción e Interpretación en la Universidad de Salamanca (USAL), especializándome en alemán como primera lengua extranjera y en Patrimonio y Arqueología como campos de especialidad. De hecho no he dejado de formarme y el pasado año obtuve mi doctorado en Ciencias de la Antigüedad en la Universidad de Zaragoza y recientemente he publicado una monografía de Arqueología (Tras las huellas del San Telmo: contexto, historia y arqueología en la Antártida) en la que, como no podía ser de otro modo, existe también un apartado dedicado especialmente al Turismo en el continente helado.
Así pues delimitar mi vocación me resulta algo complejo, no podría decantarme por un campo o disciplina, mi vocación es multidisciplinar como lo ha sido también mi formación desde que comencé mis estudios universitarios, y en eso el paso por la EUTZ ha tenido mucho que ver, ya que fue posiblemente el primer momento en el que me percaté de la importancia de la transversalidad y de lo enriquecedor que puede ser una formación tan variada.
Elena Martín-Cancela ¿Como ves el futuro del turismo en general?
Aunque es posible que si nos remitimos a datos y estadísticas, podamos afirmar que el turismo siempre ha tenido sus altibajos, creo que es un sector que siempre ha estado y estará en constante evolución y al alza. Cualquier disciplina se ve influenciada por el avance de las tecnologías y en el caso concreto del turismo esta influencia tiene una importancia destacable, tanto positiva como negativamente. El conocimiento de lugares remotos, que ha sido uno de los principales motores de motivación del sector turístico, es cada vez más accesible, y eso hace que el sector deba esforzarse más y saber vender los atractivos de cada destino; se hace necesaria una mayor especialización y un mayor acercamiento al perfil del turista potencial para poder llegar a él. La competencia es naturalmente cada vez mayor, pero también lo son las herramientas que están a nuestro alcance para poder desarrollar las labores de promoción, satisfacción y fidelización con mayor eficiencia y eficacia.
Los tiempos cambian, el perfil del turista cambia, la legislación a la que adaptarse cambia, pero lo que nunca cambia es la existencia de un interés real del ser humano por viajar, conocer, descubrir y evadirse de un entorno cada vez más complejo y competitivo, y es ahí donde el sector turístico tiene que saber identificar y adaptar los recursos y estrategias para proporcionar al turista/cliente una experiencia única y satisfactoria. El sector turístico forma parte del motor “creador de felicidad” de la sociedad, no deberíamos olvidarlo.
¿Cuáles crees que son los puntos que hay que valorar para ver si ésta es tu verdadera vocación?
Cada vez estoy más convencida que no se trata de vocación sino de interés y curiosidad. La clave, aunque no voy a decir nada nuevo, está en descubrir aquello que disfrutas haciendo y sobre todo con lo que disfrutas perfeccionándote y formándote. A lo largo de nuestra vida pasamos por diferentes etapas que nos conducen de un modo u otro a situaciones que a menudo no habríamos imaginado, y son precisamente esas situaciones las que pueden descubrirnos nuevas “vocaciones” o a veces afianzarnos en las que ya conocíamos. Al final no es más que disfrutar con lo que se hace, porque es el único modo de transmitir esa pasión al cliente, y en el caso del sector turístico no hay nada más triste que un viaje aburrido.